domingo, 13 de mayo de 2012

Capitulo 3.

Considerada una adolescente casi-independiente me dirigí hacia el mercado central donde me esperaba una mañana llena de verduras, pescados, fibras,... y muchos más alimentos necesarios para la operación bikini que tenía planeado. La tarde se me echaba encima y aún no había encontrado el vestido perfecto para la fiesta de Sam. Pero eso fue escaso hasta que un ángel de la guarda llamó a las puertas de mi casa.

-¿Quién es tu mejor amiga? -dijo ella entrando decidida con una bolsa en la mano que iba dirigida hacia mi.- Era el último que quedaba y es perfecto para ti cariño. Siento haber estado tan desaparecida pero las cosas con Sam no han ido muy bien. -Sin comentar nada al respecto, la abracé y llevé hasta el salón.

-¿Qué es lo que ha pasado cariño? -le pregunté sentándome a su vez en el sillón y acariciando, delicadamente, su hermoso cabello castaño.- ¿Tengo que pegarle?
-No hace falta. -rió descaradamente antes de dirigir sus ojos hacia los míos.- Hará unas semanas quedé con Hugo para ir a dar una vuelta. -realizó una pequeña pausa.- El día de las recuperaciones, ¿recuerdas? -haciendo memoria de su pregunta, asentí con la cabeza.- Pues aquello acabó como poco esperaba. Me lié con él y vale, fue como amigos, pero Sam no entiende eso y es normal, sencillamente, se comprende.
-Pero, ¿y ahora? -comenté tartamudeando con mis brazos que hacían de consuelo a su delicado cuerpo moreno.
-Lo hemos arreglado, gracias a Dios, pero la confianza, que digamos, no es nuestro punto fuerte ahora mismo. No la quiero fastidiar Alex y por ello voy a empezar a cambiar, y esta vez de verdad. - Emocionada por las palabras de aquella vieja amiga, la abracé hasta el punto de que se hizo la hora de prepararnos.

Mi querido ángel de la guarda se había marchado a su hogar. Mientras tanto yo, me encontraba tirada en la cama, por fin vestida, pensando en como Hugo me la había jugado de par en par. Realmente llegué a pensar que me quería de verdad, que era un chico especial, pero ya veo que no, simplemente es como los demás. Y me fastidia, porque es mi amigo y no sería capaz de alejarme de él ni por cosas como estas. Mas que nada, porque entre nosotros solo hay una amistad formada hace años.

-Estas preciosa. -comentó Sam tras abrirme las puertas de su enorme casa. -Hacia mucho que no nos veíamos, ¿cómo estás?

Confiada en quedarme a hablar con él, me llevó a la terraza donde mantuvimos una charla seria mientras que, los demás, disfrutaban de la fiesta dentro del recinto. La conversación se baso en un principio en Lucy pero acabo por temas delicados como, los míos.

-Hay muchos chicos guapos Alex. -dijo Sam agarrándome de las manos.- Aprovecha, eres hermosa y aun no tienes arrugas. ¡Eso es un punto a tu favor! -riéndome de manera delicada, me levanté de la silla para abrazarle.
-Eres un buen chico, me alegro de que Lucy tenga la suerte de tenerte como novio.- comenté antes de entrar a la fiesta agarrada de su brazo.

Esquinada en la mesa del Ponche observando a la gente que se movía por la casa. Me bebí el décimo cuarto chupito de tequila y marché, directa, hacia una cara conocida que tanto de menos echaba.

-¿Qué hace una chica tan guapa sola por aquí? -preguntó agarrándome de la cintura para bailar.- Te veo genial Alex. -comentó besando mi rubio cabello.
-Gracias. -dije sonrojada.- ¿Cómo estás?
-Ahora bien que te tengo conmigo.

Sin duda alguna era la persona con la que tenía que pasar la noche. Su nombre es Matt, y como su primo, es un chico estupendo. Lo conocí en una cita a ciegas que organizaron una tarde de verano Lucy y Sam. Sin quererlo, deje de mantener el contacto con él por temas amorosos los cuales no quiero comentar. Tiene 20 años y está en el último año de academia para formarse algún día como Policía. De tal manera que quiso recuperar todo el tiempo perdido, me llevó hasta casa en su coche.

-Me alegro de haberte visto Alex. -comentó antes de salir del coche para abrirme, caballerosamente, la puerta.
-Te echaba de menos Matt y...lo siento. Siento haberme comportado como una imbécil todos estos meses. Ya las cosas tienen un rumbo y espero que no se desvían. -Con una sonrisa de oreja a oreja soltó un "Espero que sea cierto" antes de agarrarme de la cintura para acercarme mas a él y besarme. 


Querido diario:
Las cosas con Lucy van como viento en pompa. Mantuve una charla con Sam antes de decidirme por disfrutar de mi juventud. Por ello, tras ver la cara de Matt a lo lejos, me lancé hacia esa pajarita que le daba un toque de niño bueno y que a la vez, tanto me gustaba. Echaba de menos nuestros molestos piques, sus comportamientos de macho dominante en todo momento. Aquellos abrazos que conseguían llevarme al séptimo cielo pero que no llegué a disfrutar bien por culpa del estúpido de Mike. En definitiva, quitando lo sucedido con Hugo, ha sido un gran día. Por cierto, Matt me ha besado.



lunes, 7 de mayo de 2012

Capítulo 2.

La mañana corrió incluso más rápido que la anterior. Era viernes por la tarde, y en mí abarcaba las ganas de salir a dar al menos una vuelta por el barrio así que, sin pensármelo dos veces, llamé a Lucy. El teléfono sonaba y los segundos agotaban la cuenta. En definitiva, nadie contestaba. Cansada, por no saber nada de mi mejor amiga desde hace días, llamé a Hugo para que me viniera a buscar en coche y con él, me llevara a cualquier sitio en algún lugar de esta hermosa ciudad.

-¿Por qué tienes esa cara pequeña? -me preguntó tras entrar en el coche y haberme puesto el cinturón de seguridad.- ¿Es por lo de ayer? Lo siento Alex, yo...- no tenía ganas de oírle por lo que le calle con un simple beso en los labios.

No comentó nada al respecto, miró a la carretera y se dirigió al campo. Alomejor no debí haberle besado pero necesitaba que se callara e incluso, necesitaba poder entrelazar sus labios con los míos otra vez. Somos amigos desde que eramos unos simples renacuajos que no sabíamos ni contar, pero con el paso de los años empezamos a darnos el cariño que los desamores nos quitaban. Hubo un punto en el que las cosas iban bien e incluso, ninguno de los dos pensábamos en algo serio. Pero un día sucedió todo cuando llegó a mi casa para contarme que había dejado a su novia de 5 meses por mí.

Recuerdos del pasado:
Me encontraba tirada en el sofá de mi casa disfrutando de una noche a solas con la televisión. Papá se había ido a pasar su cumpleaños con los amigos por lo que iba a ser una noche tranquila. O eso pensaba hasta que Hugo llamó a mi puerta.

-¿Qué haces aquí cielo? -le pregunté con una sonrisa que mostraba la alegría que me producía ver a mi mejor amigo a las puertas de mi casa.
-Necesito hablar contigo Alex, ¿puedo pasar? -con un frío doloroso, le invité a pasar y, tras dejarle en el salón, fui a buscarle una manta que le abrigara.
-¿De qué querías hablar? -comencé la conversación según le arropé.
-He dejado a Ash. -soltó sin más preámbulos.- Alomejor no ha sido la mejor elección pero no quería estar con una persona, amando a otra. -asombrada y sin entender nada de lo que estaba diciendo le pedí, por favor, que fuera más directo.- Alex, me gustas. Y la he dejado por ti. -No podía ser verdad aquello que estaba escuchando. Cierto es que, sexualmente, Hugo siempre me había atraído y él lo sabía perfectamente tanto que incluso ya nos habíamos liado anteriormente en algunas fiestas.
-No cariño, esto no. -comenté apartándole la cara.- Eres mi mejor amigo, esto no va a tener futuro. Te quiero, pero no quiero que te confundas.

Fin de los recuerdos.

-¿En qué pensabas Alex? -preguntó Hugo según aparcó.- Sonreíste como hacía mucho que no lo hacías. -Desabroché el cinturón y, con los ojos como platos, me senté en un banco que daba como vista principal a la ciudad.

-Pensaba en cuando viniste a mi casa para contarme lo de Ash. -le confesé según se sentó a mi lado.- Han cambiado mucho las cosas desde entonces. Antes podía ser más abierta contigo, ahora tengo que tener claro que las cosas van por el camino en el cual deben dirigirse. Me preocupa mucho nuestra amistad Hugo, más de lo que piensas, pero cierto es que tu me das el cariño que necesito y no te lo voy a negar, si no te quisiera tanto como amigo, me encantaría ser tu novia.
-Podríamos intentarlo Alex. -comentó agarrándome de la mano.- No perdemos nada, nuestra amistad es demasiado fuerte como para romperse por tal tontería. -me agarró de la cintura y, delicadamente, me colocó encima de sus piernas.- No tengas miedo, arriésgate como nunca has hecho. Eres borde, antipática, contestona,...pero eres mi chica. Te quiero tal y como eres. ¿Por qué buscar fuera teniendo cerca algo mejor en el sentido de que vive para cuidarte?
-No quiero perderlo por lo que puede ser un capricho. Aún somos jóvenes.
-Por ello que quiera empezar ya a enamorarte, sé que lo conseguiré. -Sin dejarme si quiera asimilar las cosas, colocó su frente encima de la mía para susurrarme te quiero antes del deseado, y también apasionado, beso.


Querido diario:
Como no  el tema principal del día será como siempre él y solo él. Termina por matarme cada día más con sus detalles. A veces pienso que si debería darle una oportunidad pero es que luego pienso en lo mal que lo paso mi madre por intentar hacer las cosas bien. En cuanto me encontraba en su coche decidí darle una segunda oportunidad pero ahora que al fin estoy en frío he decidido que, incluso, se ha terminado eso de darnos tanto cariño. Le quiero más que a mi vida, y siempre lo diré. Pero no quiero perderle, a él no. Mi vida no tendría sentido sin sus "Buenos días princesa, ¿cómo has dormido?", los besos de cada mañana, abrazos inesperado que saben alegrarme el día. Es el chico perfecto, pero no creo que sea yo la persona más indicada con la que tiene que estar. Mañana iré a la fiesta de Sam con él, así que espero que encuentre alguna chica que le guste, porque esto ha llegado a su fin.




sábado, 5 de mayo de 2012

Capitulo 1.

Los exámenes de la tercera evaluación han llegado a su fin después de muchos días de estudios con una voz en mi cabeza que me pedía a gritos que no cerrara los ojos. Hoy, por fin, empiezan las vacaciones y mi padre ha tenido pensado que si me quiero ir este año a estudiar a Italia antes tengo que empezar a trabajar. Por ello, ahora se me considera dependienta de una tienda de Starbucks.

-Eres la viva imagen de tu madre, Dani. -comentó mi padre haciendo referencia al nombre de la mujer que llenó muchos corazones con su voz. Si, esa es mi madre, Danielle Falcone.
-Papá, por favor. -le repliqué tras llenarme de abrazos y caricias.-Llego tarde, ¿te importaría acercarme? -encantado se dirigió a vestir.

La mañana solo acababa de comenzar. Tras conseguir llegar a tiempo al trabajo, Susan, quien sería mi nueva jefa, me enseñó el recinto. Debes de ser más simpática Alex -me repetía una y otra vez con su horrible voz de pito. No lo he comentado pero Susan es una vieja amiga de mi padre y me conoce desde que era una niña, por ello, que me repita tantas veces la misma frase.

-¿Crees que podrás con todo esto cariño? -preguntó habiendo terminado el tour.
-Sonríe, se amable y...el cliente siempre lleva la razón, ¿no? -Falsamente le dediqué una sonrisa antes de acercarme a la puerta principal para abrir la tienda.

La tarde avanzaba y el Starbucks cada vez se encontraba más lleno de gente. Mi hora de salida al fin había llegado y con una delicada palmada en la espalda demostrando un trabajo bien hecho, me dirigí hacia casa donde me esperaba mi padre con nuevas noticias.

-¿Y esa cara de felicidad? -le pregunté según entré por la puerta.- Hacia mucho que no te veía  así.
-Esta tarde la he pasado con mi antiguo manager, ¿te acuerdas de él? -sentada en el brazo del sillón donde se encontraba, asentí con la cabeza.- Pues me ha dicho que quiere volver a reunir a la banda, y que están todos decididos para marcharnos hoy a Los Ángeles y volver a ser One Direction.
-¿Qué? Pero...¿papá? Corre, prepara las maletas. ¿A qué hora sale tu vuelo? -Alterada por la emoción, me levanté del sillón.
-Hay un problema. -suspiró.- No puedo dejarte aquí sola. Desde que naciste siempre he estado contigo. Marcharme no sería lo más indicado.
-Papá, tengo 18 años. Y aparte, tengo a las tías al lado por si ocurriese algo.
-Andrea y Nerea marcharán a conciertos benéficos.
-Pues invitaré a Lucy y Hugo para que se queden conmigo en casa. No hay problema alguno para que vuelvas al mundo que siempre te ha hecho feliz. Yo estaré aquí, y seré obediente a la espera de que vuelvas papá. -Reconozco que la mayoría de veces no soy muy cariñosa, pero esta era una ocasión especial. El hombre que me había cuidado durante 18 años iba a cumplir el sueño que dejó escapar una tarde de primavera.

Convencido al fin para volver a ser quien era, subimos al cuarto principal para preparar su equipaje. Ya quedaba menos para que se fuera y mis nervios eran superiores a los de él. Se marchaba y me dejaba sola. Por una parte, estoy feliz ya que su felicidad me recompensa como hija. Pero por otra, me da miedo alejarme de él.

-No hagas ninguna locura en mi ausencia. Volveré pronto. -con sus ojos llorosos, besó mi frente mientras sus brazos acurrucaban mi cuerpo.- Te echaré muchísimo de menos bebé.
-Y yo a ti papá. -sonreí.

Había llegado el momento, me encontraba sola...bueno, con Hugo. Él es el hijo de Andrea Suñer, una de las componentes del grupo 1Dream. Tiene un año más que yo y hemos estado juntos desde pequeños.

-¿Has llamado a Lucy? -preguntó en cuanto nos tiramos en el sillón de mi casa.- Me dijo que la avisaras en cuanto tu padre se fuese.
-Eso hice pero nadie me lo coge. Supongo que estará en casa de Sam. -mi cara no reflejaba simpatía y él no tardo mucho en notarlo por lo que me preguntó que me pasaba.- Tengo miedo, ¿qué voy a hacer en estos días que él no está?
-Pues trabajar, invitarme a comer una vez a la semana, dormir y quererme. -sonriendo por su tonta respuesta, me acerqué a él para besarle.
-Extrañaba tus besos. -comentó volviéndose a acercar a mi.
-Solo amigos Hugo, recuerdalo. -aparté la cara antes de levantarme para acompañarle hasta la puerta.

-¿Por qué no quieres que tengamos algo serio Alex?
-Porque no quiero vivir con barreras. Necesito disfrutar de mi juventud y no me apetece estar aferrada tan pronto. -sin comentar nada más, besé su delicado rostro y nos despedimos hasta mañana por la tarde.


Por fin, o desgraciadamente, me encontraba sola. Debido al trabajo el cansancio se apoderó de mi, por lo que me dispuse a cerrar la puerta con llave, apagar los electrodomésticos y llamar a Nerea, la segunda componente de 1Dream y madre de Lucy.

Todo estaba perfecto, lo único que faltaba era recoger mi diario del segundo cajón que se encontraba debajo de mi cama.

Querido diario:
Hoy puedo decir que he trabajado por primera vez. Aun sintiéndome agobiada por tener los ojos de la madrina Susan encima mía, todo ha salido bien, incluso recompensó mis méritos con una palmadita en la espalda. Aparte de todo esto, han habido nuevos acontecimientos. El primero, y más importante, mi padre se ha marchado a Los Ángeles. Me habría gustado que se hubiera quedado aquí ya que sin él me siento sola y ab  Estoy muy feliz por él ya que está volviendo a cumplir el sueño que dejo escapar por mí. Como último detalle está Hugo, sigue empeñado en que estemos juntos pero pienso que las cosas están bien así como están y por mi parte, no van a cambiar.

viernes, 4 de mayo de 2012

Introducción.

Tirada en la cama, pienso en que se ha basado mi vida todos estos años. Tantas preguntas dotadas de respuestas desconocidas como: ¿Quién soy? ¿A dónde voy? ¿Por qué las cosas son así y no de otra manera?

Me encuentro al rededor de los 18 años de edad. Mis amigos me llaman Alex, pero mi padre tiene una rara obsesión de llamarme como la mujer que me dio la vida una tarde de primavera y que murió en el parto.

Con mi 1.75 de altura  y la melena rubia al viento, empiezo a contar mi historia.